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Trump acorta ultimátum a Putin para alcanzar la paz en Ucrania

Aumenta la tensión entre las dos potencias que protagonizaron la Guerra Fría

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que reducirá el tiempo que otorgó a Vladimir Putin para alcanzar un acuerdo que ponga fin a las hostilidades en Ucrania. En lugar de los 50 días inicialmente establecidos, ahora propone un límite de "10 o 12 días" desde hoy, argumentando que "no hay razón para esperar".

Esta decisión se da luego de que Trump mostrara su frustración ante la falta de avances en el diálogo entre Moscú y Kiev. Durante una rueda de prensa en el complejo de golf de Turnberry, Escocia, frente al primer ministro británico Keir Starmer, el mandatario declaró: "No estamos viendo ningún progreso". Además, criticó la conducta de Putin, afirmando que tras algunas negociaciones, "empieza a lanzar cohetes a alguna ciudad, como Kyiv, y mata a un montón de gente en una residencia o donde sea, y deja cuerpos tirados por toda la calle".

Las conversaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana se retomaron el 23 de julio en Estambul, con la propuesta rusa de formar grupos de trabajo que operarían "en línea". Sin embargo, hasta ahora Ucrania no ha dado una respuesta, según informó el Kremlin este lunes.

Cabe recordar que el 15 de julio Trump había dado un ultimátum de 50 días para alcanzar un acuerdo y amenazó con imponer sanciones más duras, incluyendo "el 100% de aranceles" a Rusia, si esto no sucedía. En aquella ocasión, señaló que su postura no favorece a ningún país en particular, sino "a la humanidad".

La postura del presidente estadounidense recibió el respaldo de Andrey Yermak, jefe de la oficina presidencial ucraniana, quien agradeció el compromiso de Trump por acortar el plazo. En un mensaje publicado en la red social X, Yermak expresó: "Gracias al presidente de Estados Unidos por mantenerse firme y dar un mensaje claro de paz a través de la fuerza". Además, reiteró que "Putin sólo respeta el poder" y valoró que el mensaje emitido en Escocia fue "fuerte y claro".