Productores de leche preparan acciones ante el abandono de Jersey
Productores lecheros de Baja California alistan medidas ante la falta de pagos por parte de Jersey
TIJUANA.– A casi un año de que estallara la controversia, la crisis financiera dentro de la empresa lechera Jersey sigue sin resolverse. Fuentes consultadas por BCT Neus confirmaron que la compañía acumula hasta 40 semanas de deuda con ganaderos, proveedores y productores. La situación, que se arrastra desde 2022, ha puesto al borde del colapso a más de una decena de productores, algunos de los cuales ya han abandonado el negocio.
Uno de los ganaderos afectados aseguró que "no hay plan ni solución a la vista", mientras otros enfrentan dificultades para alimentar al ganado o almacenar alimento clave como la alfalfa, cuyo precio sube en verano. “Estamos vendiendo vacas al rastro para poder pagar nómina”, lamentó. El riesgo va más allá del campo: si la situación continúa, Baja California podría perder una parte importante de su producción lechera.
Aunque la empresa respondió recientemente con un comunicado público en el que afirma que sigue operando “con normalidad y compromiso”, el mensaje fue percibido como distante por los afectados. Productores criticaron el tono del documento, que evitó reconocer la deuda o plantear soluciones concretas. “Fue como si ignoraran lo que está pasando, como si nada estuviera mal”, comentó uno de los proveedores.
Ante la falta de respuesta clara, los ganaderos enviaron una carta formal a la representación federal de Agricultura, pidiendo su intervención. La intención, aseguran, no es escalar el conflicto, pero sí buscar respaldo institucional. Además, la dirigencia del gremio ya contempla tomar acciones más firmes si la empresa continúa sin ofrecer garantías.
A la par, han surgido versiones sobre un posible cambio de rumbo dentro de Jersey. Se sospecha que los herederos estarían considerando abandonar la industria lechera para incursionar en el negocio inmobiliario. Mientras tanto, decenas de familias siguen en incertidumbre, con una deuda que crece y un silencio empresarial que, lejos de calmar, enciende más alarmas.