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Celebran adopción de la Gorda luego de casi un año de ser rescatada

Gorda fue abandonada por su familia, lo que la afectó considerablemente

TIJUANA.- La Directora Municipal de Prevención, Control y Sanidad, Edith Viridiana Flores, informó que, después de más de un año de haber sido rescatada y alojada en el Centro de Control Animal, la perrita de nombre Gorda finalmente encontró un hogar temporal.

La funcionaria celebró este logro y agradeció a las personas que le abrieron las puertas de su casa a la canina, destacando que este paso representa un cambio radical en la vida de Gorda, quien por meses esperó la oportunidad de recibir amor. “Juntos somos más poderosos y podemos cambiar vidas”, expresó Flores.

La historia de Gorda refleja la dura realidad de muchos animales en situación de abandono. Con más de seis años de edad, esta perrita pasó más de ocho meses en el Centro de Control Animal, luego de que su propia familia la dejara atrás. El encierro prolongado le generó ansiedad, al grado de que cada salida se convertía en un momento de apego profundo con su voluntario favorito, Miguel, a quien buscaba con la mirada y los abrazos cada vez que lo veía.

A pesar de su pasado doloroso, Gorda siempre mostró un corazón noble. Aunque es un poco celosa al momento de la comida, con los humanos ha sido puro amor: cariñosa, sociable y con la capacidad de conquistar a cualquiera con su nobleza. Antes solía disfrutar de subir cerros, pero con el paso de los años y su condición física, ya no puede hacerlo como antes. Hoy, lo que más desea es algo mucho más sencillo y profundo: dar y recibir amor.



En redes sociales, voluntarios y ciudadanos la describían como “la tóxica”, no en tono negativo, sino por la intensidad con la que buscaba cariño, siempre aferrada a estar cerca de quienes le brindaban un poco de tiempo y atención. Esa misma energía es la que la convirtió en símbolo de perseverancia para los rescatistas que no dejaron de difundir su caso.

El paso de Gorda a un hogar temporal significa una segunda oportunidad y una esperanza de que, en poco tiempo, pueda consolidar una familia definitiva que la reciba para siempre. Su caso también recuerda la importancia de la adopción responsable, de no abandonar a las mascotas y de dar visibilidad a los animales adultos que, como ella, también tienen mucho amor que ofrecer.



Hoy, la historia de Gorda cambia de rumbo. De estar detrás de las rejas de un albergue, pasa a tener la posibilidad de descansar en un espacio seguro, rodeada de cuidados y cariño. Una vida más justa para una perrita que, pese al abandono, nunca dejó de creer en las segundas oportunidades.