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Casa Blanca elimina impuestos a café, carne y frutas ante presión por alto costo de vida

La Casa Blanca argumentó que la medida responde a una revisión sobre la capacidad productiva nacional y a la presión creciente para contener el costo de vida

En un giro significativo dentro de su política comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó la eliminación de aranceles para un amplio grupo de productos agrícolas importados. La decisión, formalizada mediante un decreto firmado este viernes, libera de impuestos a mercancías como café, carne de res, tomates, plátanos, cacao, jugos y varias especias, entre otros bienes que forman parte del consumo cotidiano de los hogares estadounidenses.

La Casa Blanca argumentó que la medida responde a una revisión sobre la capacidad productiva nacional y a la presión creciente para contener el costo de vida. Según el gobierno, los artículos seleccionados provienen de países con una producción abundante y difícil de sustituir en el mercado interno, por lo que su importación sin gravamen contribuiría a estabilizar precios. La lista se suma a lo establecido previamente en la Orden Ejecutiva 14257 e incluye también té, frutas tropicales y fertilizantes.

El anuncio ocurre en un contexto político sensible para la administración, que busca mostrar resultados ante el malestar ciudadano por los precios elevados de alimentos básicos, particularmente la carne de res, cuyo costo alcanzó niveles históricos este año. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ya había adelantado el miércoles que esta flexibilización arancelaria podría traducirse en reducciones en las próximas semanas.

La decisión también se relaciona con los acuerdos marco revelados un día antes con Argentina, Ecuador, Guatemala y El Salvador, los cuales contemplan remover impuestos a ciertos bienes una vez que se concluyan los detalles técnicos. La Casa Blanca destacó que estos entendimientos no solo amplían el acceso de empresas estadounidenses a nuevos mercados, sino que también fortalecen la cooperación económica con países vecinos.

Aunque la administración Trump ha defendido reiteradamente que sus tarifas no han presionado la inflación, la reversión representa un reconocimiento tácito de su impacto. Medios como The New York Times reportaron el jueves que la Casa Blanca analizaba expandir estas exenciones incluso a naciones sin acuerdos comerciales formales con Estados Unidos, con el objetivo de contener los precios en un momento en que los consumidores expresan un creciente descontento.

La decisión también contrasta con posturas previas del propio presidente, quien impuso aranceles amplios —incluido un gravamen del 50% al café brasileño, pese a que Brasil es el mayor exportador mundial— bajo el argumento de fortalecer la producción nacional. Ahora, las nuevas exenciones entran en vigor de manera retroactiva desde la medianoche del jueves, en un movimiento que busca aliviar la presión económica en vísperas de un año decisivo para la política estadounidense y tras resultados electorales que favorecieron a los demócratas en varias entidades donde el costo de vida fue un tema central.