La Amazonia se acerca al punto de quiebre: científicos exigen medidas inmediatas en la COP30
La gravedad del escenario los lleva a pedir una respuesta mucho más acelerada
Un grupo de especialistas en clima lanzaron este martes una advertencia directa al presidente Lula: la COP30 debe tomar decisiones firmes porque el planeta está llegando a un punto crítico. Según relatan, la humanidad enfrenta una disyuntiva clara entre proteger la vida y a las personas, o seguir favoreciendo a la industria de los combustibles fósiles, de acuerdo con el reporte del periodista Jon Watts.
Los investigadores señalan que “ya estamos frente al peligro” y que las negociaciones avanzan en medio de “sufrimiento para miles de millones de personas y puntos de no retorno que se acercan rápidamente en la Amazonia, en los sistemas de arrecifes de coral tropicales y en muchos otros lugares”. Por ello insisten en que la reducción de emisiones debe comenzar el próximo año y mantenerse durante décadas. “Debemos empezar, ahora, a reducir las emisiones de CO₂ provenientes de los combustibles fósiles, al menos un 5% por año. Esto tiene que ocurrir para tener una oportunidad de evitar impactos climáticos inmanejables y extremadamente costosos que afectarán a todas las personas del mundo”, advierten.
El llamado está respaldado por figuras reconocidas internacionalmente como Carlos Nobre, Fatima Denton, Johan Rockström, Marina Hirota, el Instituto Serrapilheira, Paulo Artaxo, Piers Forster y Thelma Krug, presidenta del Consejo Científico de la COP30. Todos destacan que esta es la primera vez que una presidencia de la COP integra a la comunidad científica desde la preparación del encuentro y les abre un espacio para presentar sus hallazgos y actualizar a los negociadores.
La gravedad del escenario los lleva a pedir una respuesta mucho más acelerada. En su informe más reciente aseguran que “necesitamos estar lo más cerca posible de cero emisiones absolutas de combustibles fósiles para 2040, y como máximo para 2045”. Esto implica no autorizar nuevas inversiones en combustibles fósiles, retirar los subsidios que los favorecen y establecer un plan global que impulse energías renovables y de bajas emisiones de manera justa, mientras se eliminan rápidamente las fuentes fósiles.
También subrayan que el financiamiento climático —especialmente desde los países desarrollados hacia los más vulnerables— es indispensable para cumplir el Acuerdo de París. “Debe ser predecible, basado en donaciones y compatible con una transición justa y con la equidad”, señalan, y advierten que “sin una ampliación y reforma del financiamiento climático, los países en desarrollo no pueden planear, no pueden invertir y no pueden llevar a cabo las transiciones necesarias para una supervivencia compartida”.
La COP30 se desarrolla por primera vez dentro de la Amazonia, un territorio que durante décadas funcionó como uno de los grandes estabilizadores del clima mundial. Sin embargo, los investigadores alertan que esta condición ya no puede asumirse como garantía. “La única razón por la que podemos tener una eliminación ordenada de los combustibles fósiles es porque asumimos que los bosques seguirán siendo un gran sumidero de carbono. Lamentablemente, tenemos evidencia creciente de que los bosques están pasando de ser sumideros a ser fuentes de carbono”. Las sequías extremas, los incendios, las olas de calor y la conversión de tierras están debilitando su capacidad de absorber carbono.
Por ello, insisten en que la COP30 debe presentar una hoja de ruta que aborde simultáneamente el fin de la deforestación y la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. “La hoja de ruta para acabar con la deforestación debe incluir apoyo financiero, desarrollo de capacidades y un monitoreo robusto. La protección de los bosques no puede usarse como compensación. Los bosques en pie no pueden ser una excusa para seguir quemando combustibles fósiles”, concluyen.